Cartílago articular

El objetivo de cualquier tratamiento en la patología de la rodilla es hacer que esta mantenga su funcionalidad la mayor cantidad de tiempo posible.

El cartílago articular es un tejido que recubre el interior de las articulaciones y que tiene resistencia al roce y a la presión, lo que permite que los huesos se deslicen unos sobre otros sin apenas desgaste. Cuando se lesiona el cartílago es incapaz de cicatrizar y regenerarse por sí mismo. La ciencia médica, a día de hoy, tampoco puede crear un tejido idéntico al hialino original cuando se produce su lesión.

Todo ello pone de manifiesto que el objetivo de nuestros tratamientos debe de ser siempre la preservación del cartílago articular, conservando la amortiguación que proporcionan los meniscos y la estabilidad articular que garantizan los ligamentos. Los límites que la cicatrización del cartílago articular impone nos aconsejan actuar antes de que su deterioro sea significativo.